Proyecto creativo experimental que versa en torno a una relación de conceptos específicos: Lo Vacío, la Dualidad (entendida como unidad), lo Primigenio y la Libertad. Una obra que explora “conexiones entre formas naturales y culturales” como si de una ininterrumpida arteria y un contingente mapa entre Origen y Hábitat, entre Conciencia y Acción, se trazase. Mediante caracteres estéticos tales como asimetría, simplicidad, austeridad, lo natural y/o sutilidad, la presente propuesta embebe de la investigación de la Alquimia Clásica: China y Occidental. Ambas praxis atesoran un nexo basal, la Transmutación de un elemento en otro. 

Una materialización de lo existencial donde múltiples factores (entorno sociopolítico, tradiciones culturales, experiencias personales y materiales naturales) se fusionan y operan como realidad circundante en la memoria individual y colectiva, para dar como fruto un contexto donde los opuestos modelan las obras de arte.

Es propicio ir al Sur, está compuesto por una serie de obras que se reconocen como factores de transcripción del espacio habitado, expresión y escenografía del “alquimista”, en el cual se sucede el meticuloso ritual de “creación de materia” conocido como Transmutación. Una mezcla de origen procesual, un delicado equilibrio entre lo tradicional y la contrapuesta colisión del urbanismo moderno y la apacible naturaleza. Lo oriental y lo occidental, lo público y lo privado, lo tangible y lo irreal, lo urbano y lo rural, lo superficial y lo espiritual, lo orgánico y lo artificial,… conviven en un etéreo equilibrio en la cotidianeidad de una vida expuesta a una precipitada y vertiginosa transformación social y económica. Testigo de estas dualidades, gérmenes contemporáneos, la obra de arte como transposición de un escenario conceptual, con el objetivo de despertar la conciencia de sus coetáneos y de traspasar fronteras ideológicas en un intento no solo por simbolizar los cambios sino por inducirlos.